sábado, 21 de mayo de 2011

Epistolario rescatado


.Buenos días,amor.
 Ya ves. Tres horas he dormido y aquí me tienes tan despierto y despejado como el dia que ha salido. Así que,  me largo de excursión. No te quiero despertar, cariño, pues te veo con esa cara  tan risueña llena de un plácido sueño y tranqulidad que te dejo, eso si, con beso en tu frente, en tus labios y en esa mano malherida que ya no te duele tanto.
 He despertado a tu lado y a tu lado he pasado la noche tan gratamente que no he sentido más que la paz de saber que, rozando mi cuerpo, ha dormido un ser enamorado de mi tanto como yo de él, de igual manera como si antes hubieramos hecho el amor de forma tan inmensamente apasionada sin dejarnos de querer, que nos hubiera dejado extasiados y listos para pasar varias horas relajados con los pensamientos entrelazados. Diciendonos a cada momento:  te quiero, vida mia, gracias por estos momentos y todos los de todas las horas y minutos que forman el dia. Gracias por haberte cruzado en el camino y nos hayamos puesto la zancadilla para decirnos , ¡eh!, estoy aquí; y al girar la cabeza y cruzar las miradas, hayamos comprendido que aun no siendo el camino todo llano ni exento de agudos guijarros, nos cogemos de la mano y, cuando uno de nosotros tropieza, le ayudamos y al levantarse un poco lleno de polvo, le sacudimos este de encima para a continuación darle un abrazo, un beso, un te sigo queriendo y sigamos el camino hacia ese horizonte plagado de nubes multicolores que dejan ver nitidamente un cielo añil y sonriente.
 Asi se levanta mi espiritu viendo y notando como sale suavemente tu respiración por tu nariz. Es el aire que antes aspiras  compartiendo  este entre aquella  y  con  tus bellos labios ligeramente entreabiertos. Te los beso otra vez y te miro largamene. Y mientras, voy repitiendo mentalmente pero con fuerza que hasta temo despertarte : te quiero, te quiero, dulce amada. 
De verdad. ¿A quien tengo que dar las gracias por haberte encontrado?.
No soy un creyente de tu dios cristiano, pero si del que entre los dos sin querer, a fuerza del querer, hemos forjado.





No hay comentarios:

Publicar un comentario