Caballos en La Vall de Camprodón
Yo no soy partidario de esas manifestaciones enfervorizadas de triunfalismos ajenos por unos deportistas que juegan por su propio placer, que ganan sumas desorbitadas, que en muchas ocasiones hieren los sentimientos de niños que, alborazados, llegan coriiendo con ojos brillantes a que sus " idolos " ( la culpa es de la familia educadora para aclararles qué es un ídolo ) y les vuelven la espalda o les pisan los dedos con las puertas de sus deportivos. Que son jaleados enarbolando banderas que no les definen como representantes de nada en plazas o en situ, por gentes que luego no tienen que llevar a la boca de sus familias.
A estos idolatrados jugadores que lloran por que han conseguido un triunfo para su pais, diles que jueguen tan sólo por ese amor patrio y verás que sucede.
Soy seguidor del futbol desde que estoy en una situación de jubilado parcial a mis sesenta, acogido a una ley que salió el año pasado de de duración efímera ( toda una suerte ) y ahora me divierto con todo lo que tengo a mano, pues con lo que realmente me gusta que es el viajar y excursionar, debo restringirlo debido a la carestía del combustible. Pero no por eso dejo de criticar de forma cruel y ensañadora el futbol en su forma crematísca y política.
Respecto al relato de tus aficiones, según las iba leyendo me iba deleitando de que fueramos tan afines a las mias. Iremos hablando de forma un poco más detallada sobre ellas.
Y por último, nunca generalizo respecto a los caracteres de los habitantes de lugares determinados, aunque hay que reconocer que los verdadermente oriundos y poco dados a moverse de sus lugares de nacimiento, tienen características marcadamente propias de ellos que los diferencian de otras regiones, paises y etnias.
Yo, como ser individual mentalmente que soy y he sido siempre aunque haya tenido famila con la que he convivido en la misma provincia, cuando viajo me integro en las gentes de allí donde voy y hasta en su idiosincrasia y aunque denoto claramente sus tendencias y sentimientos propios de esa región, comarca y hasta pueblo, nunca descrimino. Es más; procuro ver sus valores positivos para que estos minimicen los negativos. Las tierrras - las tierras físicas, las montañas, los rios, las llanuras, los desiertos ( que los hay bien bonitos en España ) - cuando las recorro, las hago tan mias o más como las que me vieron nacer, porqué al igual que el nacer como ser viviente no es cuestión de deseo ni preferencia del nacido, tampoco lo son las tierras en que lo hacemos y por lo tanto soy libre de elegirlas.
La burocrácia social en la que nos vemos inmersos no puede cambiar esta disposición, pero si nuestro ánimo y nuestros sentimientos.
¿ Acaso debemos amar a nuestros progenitores o descendientes simplemeente porque lo son aunque estos nos torturen física y mentalmente ?. Pues lo mismo sucede con esos apegos a veces gazmoños de las tierras que acogieron nuestras vidas sin saber de leyes, de etnias, de costumbres, de tradiciones. Es innato en el humano desde los tiempos en que pasaron a formar parte de clanes dominados por jefes y chamanes y sobre todo al invento de la agricultura y hacerse sedentarios, cuando se despertaron los sentimientos de apego a las tierras de las que dependian.
No sucedió esto en los que siguieron con su nomadismo y trashumancia y eso lo podemos ver aun de forma reminiscente en pobladores de una misma región, comarca o pais en donde prima un caracter dominante que caracteriza a la generalidad. Luego, no podemos decir que los españoles, franceses, valencianos o toledanos, son "así ", porque dentro de ese conjunto puede que existan muchos más caracteres definitorios minoritarios y diferentes a los que se les atribuye a esa generalidad.